A veces la vida se siente como un viaje sin mapa.
Hay días en los que todo parece fluir, el paisaje es perfecto y el alma va en calma.
Y de pronto —sin previo aviso— llega una curva inesperada, una tormenta o un silencio que nos hace preguntar:
¿Quién está manejando este tren?
Y entonces recordamos: somos nosotros.
Ser el/la conductor@ del tren de tu vida no siempre es glamuroso ni fácil.
No hay instructivo, no hay GPS, y muchas veces el recorrido parece diseñado para ponernos a prueba.
Pero también es cierto que cada estación, cada pasajero y cada curva tienen algo que enseñarnos.
Con el tiempo comprendemos que no todos están destinados a acompañarnos hasta el final del recorrido.
Hay personas que se bajan sin avisar, otras que suben solo un rato y dejan huellas profundas,
y otras que vuelven en otra estación, en otro momento, cuando ambas almas están listas.
Y eso… también está bien.
La vida no se trata de retener, sino de fluir.
De aceptar que los trenes que se detienen demasiado tiempo en una estación terminan oxidándose,
y que uno no vino a este mundo para detenerse, sino para seguir aprendiendo, disfrutando y, sobre todo, riendo de las vueltas que da el camino.
🌿 Reflexión Eco de Vida:
El verdadero viaje comienza cuando dejas de controlar a los pasajeros y empiezas a disfrutar el paisaje.
Cuando entiendes que soltar no es perder, sino darle espacio a lo nuevo.
Y que no hace falta entender cada cambio, basta con estar presente. 
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por ser parte de Eco de Vida y por tomarte un momento para compartir tus pensamientos. Tu energía también hace parte de este espacio. 🌸